La verdadera base del desarrollo sostenible

Sin duda uno de los temas de los que más se ha escuchado hablar en la actualidad dentro del ámbito empresarial es del "desarrollo sostenible", todos lo buscan a través de la eficiencia de sus procesos, el uso adecuado de sus materiales, la reducción de desperdicios, eliminación de sustancias nocivas, etc. Pero es necesario pensar por un momento, ¿Qué tan sostenible es todo esto? si desarrollamos prácticas adecuadas o un punto de vista diferente que podría significar el salto entre lo usual y lo necesario, ¿De qué nos sirve si esas mismas prácticas o esas ideas no son sostenibles por sí mismas?. Por ello pensamos en quienes serán los siguientes encargados de aplicar y mejorar todo lo que tenga que ver con el desarrollo sostenible en el futuro, los niños.

"El Desarrollo Sostenible Empieza con Unos Niños Seguros, Sanos y Bien Instruidos" Es el nombre de una agenda publicada por la UNICEF (United Nations International Children's Emergency Fund) en la que se destaca la importancia de los niños para la obtención de un futuro desarrollo sostenible. Una de las frases más importantes que puedo resaltar de la publicación es la siguiente:
<p style="text-align:center;">"Los niños y los jóvenes configuran y a la vez son configurados por el mundo que les rodea." (UNICEF, 2013)</p>
En el contenido de la agenda se encuentran tres mensajes fundamentales acompañados por argumentos a favor dirigidos hacia los grupos que toman decisiones en el mundo, buscando convencerlos de porqué los niños y el desarrollo sostenible dependen mutuamente de una manera esencial, se explica una relación simbiótica de la siguiente manera:

"Los avances en el desarrollo sostenible son la base de los derechos y el bienestar de los niños, y, a su vez, los derechos y el bienestar de los niños son la base del avance del desarrollo duradero y equitativo." (UNICEF, 2013).

El primer mensaje es: <strong>"El desarrollo sostenible empieza por unos niños seguros, sanos y bien instruidos"</strong>. Este mensaje posiciona a una situación favorable de desarrollo para los niños como la base fundamental para conseguir una sociedad equitativa y próspera que a su vez pueda crecer sosteniblemente, demuestra mediante datos empíricos que el invertir en los niños genera altos rendimientos a largo plazo, tanto en familias como en la sociedad en general.

El segundo mensaje expresa: <strong>"Las sociedades seguras y sostenibles son, a su vez, esenciales para los niños". </strong>La importancia de lo que se intenta comunicar en este mensaje radica en la relación que tiene la sociedad y el medio en el que se desarrollan los niños, para que los mismos puedan en un futuro convertirse en los contribuyentes para el desarrollo de sus sociedades, situación que se dará cuando las mismas hayan aplicado un desarrollo sostenible que tenga en cuenta las necesidades y riesgos a los que se enfrentan los niños, sobre todo los más pobres.

Finalmente, el tercer mensaje indica que: <strong>"Las opiniones, opciones y la participación de los niños son esenciales para el futuro sostenible que queremos" </strong>Este mensaje final recalca el valor innovador de los niños y los jóvenes, destacando la capacidad que tienen de convertirse en los principales actores de la sostenibilidad no solo como una herencia de lo que dejará la generación actual, sino como una fortaleza actual para seguir el camino a las metas planteadas.

En conclusión, es necesario que la visión de la estrategia para conseguir el desarrollo sostenible sea adaptada, tomando en cuenta a quienes son y serán los que lo lleven a cabo y quienes lograrán fortalecer lo que se ha iniciado. Esta estrategia debe venir acompañada de una mayor preocupación por brindar a los niños un ambiente favorable dentro del cual ellos puedan desarrollar todas sus capacidades y valores que los llevarán a ser la clave para un futuro mejor.

César Mosquera Vargas

Fuentes:

<a href="https://www.unicef.org/agenda2030/files/SD_children_FINAL_SP.pdf">(EL DESARROLLO SOSTENIBLE EMPIEZA CON UNOS NIÑOS SEGUROS, SANOS Y BIEN INSTRUIDOS, UNICEF, 2013)</a>