la ingeniería en producción y operaciones nace como una respuesta coyuntural a las necesidades sociales y empresariales de producir y vender, que asomaron como consecuencia generalizada de la segunda guerra mundial. Hasta ese entonces, la ingeniería industrial había logrado configurar su espacio de actuación y probar su valía, pero en ese estatus era apremiante direccionar esfuerzos adicionales hacia el desarrollo y fortalecimiento del conocimiento y la práctica de métodos y técnicas para realizar las operaciones empresariales, especialmente la producción de bienes y servicios.
El acervo de conocimiento científico que se había desarrollado hasta ese momento en materia de producción y operaciones era bastante extenso y variado. Se contaba con instrumentos y herramientas conceptuales, empíricas y metodológico-procedimentales para la enseñanza-aprendizaje y la ejecución de prácticamente todas las labores empresariales en este ámbito, bastante bien ajustadas a las exigencias de la época. Se gestionaban satisfactoriamente los procesos de aprovisionamiento de insumos, elaboración y distribución de productos, junto con sus operaciones correlacionadas como las compras, el almacenamiento, la ingeniería de planta, la gestión de la calidad y las finanzas, la gestión del personal y las ventas.
La llegada del siglo XXI produjo cambios sustanciales en todo este contexto. Los mercados, los clientes y demás stakeholders, las empresas y la sociedad en general, ingresaron en una vorágine de innovación sin precedentes. Se produjeron acelerados procesos de transformación en todos los órdenes: cambiaron las necesidades y nacieron muchísimas otras nuevas, cambiaron los gustos y preferencias, cambiaron las condiciones de producción de bienes y servicios y cambiaron los escenarios y las circunstancias de negociación y transacción de los mismos. Todo esto ocurrió en ambientes matizados por nuevos conocimientos generados y algunos existentes adaptados.
La ingeniería en producción y operaciones tuvo su participación dentro de este revolucionado esquema. Se hizo necesario enfrentar nuevos retos y drásticos desafíos para producir y vender. De hecho la producción de bienes empezó a dar paso a la producción de servicios, y esta última, en el futuro, con certeza mantendrá una pendiente de crecimiento significativamente mayor a la de aquella. La ingeniería en producción y operaciones entendió que su propósito fundamental era y es el de formar profesionales dotados de las necesarias fortalezas para la gestión integral de la cadena de valor de todo tipo de organizaciones empresariales, con énfasis en el diseño, la planificación, la operación, el control y la mejora continua de sus sistemas de producción de bienes y servicios.
En este contexto y con la vocación de continuar ofertando carreras profesionales actualizadas y que contribuyan a la solución de los problemas que presenta la sociedad, la Universidad del Azuay creó, el 22 de abril de 2003, la carrera de Ingeniería en Producción y Operaciones. Hoy todos los profesionales graduados en esta carrera laboran, con elevados índices de desempeño, en diversas organizaciones productivas de los sectores manufacturero, de servicios, comercial, de la administración pública, etc.
Nuestra visión es constituirnos, en un horizonte de cinco años, en una Carrera que forme personas para el ejercicio profesional de la Ingeniería en Producción y Operaciones, con alto nivel de reconocimiento nacional y proyección global, en mérito a su formación integral, sus competencias de excelencia y sus contribuciones efectivas al desarrollo del conocimiento y al mejoramiento de la calidad de vida y equidad sociales.
Formar integralmente profesionales que conozcan y estén en capacidad de desarrollar y aplicar conocimiento sobre los fundamentos científicos, técnicos y tecnológicos relacionados con la gestión de los elementos constitutivos de la cadena de valor y los vínculos que se establezcan entre ellos, de los sistemas productivos de organizaciones privadas, públicas, manufactureras, de servicios y comerciales, en ámbitos tanto operacionales como administrativo-gerenciales.